En todas las religiones hay distintas formas de interpretar y de vivir la espiritualidad y la sexualidad. Existen creyentes que profesan que masturbarse es un pecado, así como existen otros que no lo creen así. Disfrutar de la sexualidad implica conocer tu propio cuerpo, la mayoría de las personas tienen un primer encuentro con la sexualidad a través de la masturbación. Esta es una práctica común, que siempre y cuando se realice en condiciones adecuadas de higiene, no implica ningún efecto nocivo sobre tu salud física ni mental.