No, el lubricante no protege contra las infecciones de transmisión sexual (ITS). El lubricante es una sustancia que se usa para reducir la fricción y hacer que la penetración, ya sea vaginal o anal, sea más cómoda y placentera. Sin embargo, no evita el contagio de ITS, ya que estas se transmiten a través del contacto con fluidos corporales como el semen, la sangre, las secreciones vaginales o anales, o incluso por el simple contacto piel con piel, dependiendo del tipo de infección.
La forma más efectiva de protegerse es usando condón (masculino o femenino) en todas las relaciones sexuales vaginales o anales, y barreras bucales cuando se practica sexo oral. También es importante usar un condón nuevo cada vez que se cambia la vía de penetración (por ejemplo, si pasan del sexo anal al vaginal).
Además, hay vacunas que pueden protegerlos (a ti y a tu pareja) de algunas infecciones, como el virus del papiloma humano (VPH).
Otra forma de cuidarte es hacerte pruebas de ITS de forma regular. Esto permite detectar cualquier infección a tiempo y recibir el tratamiento adecuado. También es fundamental hablar con tu pareja sobre estos temas, compartir lo que les gusta y cómo protegerse puede fortalecer los vínculos de confianza, el cuidado mutuo y mejorar su vida sexual.
En resumen, el lubricante puede ayudarte a disfrutar más y también a reducir el riesgo de que el condón se rompa, pero no previene el contagio de ITS. Por eso, siempre es importante combinar su uso con otros métodos de protección.