La vagina es el órgano del aparato genital femenino que conecta el útero con el exterior del cuerpo. Está formada por una vía recubierta de membranas mucosas que mantienen la humedad y la acidez y la protegen frente a posibles infecciones, y su orificio está situado entre la uretra y el ano.
A través de la vagina se expulsa al exterior la menstruación y se producen las relaciones sexuales y el parto. La vagina suele estar protegida desde el nacimiento por una membrana, el himen, que puede romperse por factores como la actividad deportiva, el primer coito, el uso de tampones o la masturbación. Una de las características de la vagina es que sus paredes están formadas por tejidos fibromusculosos dotándola de gran elasticidad, indispensable para algunas de sus funciones. Este órgano permanece bien lubricado gracias a las glándulas de Bartolino, permitiendo que la penetración no sea dolorosa para la mujer.
La vagina, al igual que la vulva (órgano genital externo, y con el que tiende a confundirse por su proximidad), es un órgano fundamental tanto en las relaciones sexuales como en el parto. Sirve como salida natural para el flujo de regla durante la menstruación cuando el óvulo no ha sido fecundado por un espermatozoide. También, a través de la vagina, es posible eliminar de forma natural y automática el moco cervical que es secretado por el cuello del útero los días previos y posteriores a la fase de ovulación del ciclo. Este moco cervical ejerce su función en el proceso de concepción, por lo cual si este no se produce el organismo lo deshecha para volverlo a producir en la misma fase durante el próximo ciclo menstrual.
En las relaciones sexuales, la vagina constituye la cavidad en la que penetra el pene del hombre y en la que se depositan los espermatozoides que después ascenderán por el cuello del útero para fecundar el óvulo. Además, en ella está ubicado el llamado punto G, cuya estimulación durante el coito genera placer. Y tras el embarazo, este órgano da lugar a lo que se conoce como canal de parto, que es el conducto por el cual sale el feto en el momento del nacimiento, y se elimina la placenta; esta labor es posible gracias a la flexibilidad de los tejidos que la forman, que le permiten estirarse lo suficiente.