Cuándo hablamos del deseo sexual, tambien conocido como líbido nos referimos a la emoción o ansia que sentimos por tener relaciones sexuales o por cualquier actividad sexual, como la masturbación, los pensamientos eróticos o las fantasías sexuales. En ese sentido, el deseo sexual es diferente para cada persona, ya que este depende de los gustos o preferencias de cada uno y generalmente lo que le gusta a alguien puedo no gustarle a otro. Incluso depende de las diferentes atracciones que puede experimentar una persona (orientación sexual), por ejemplo, para algunas personas, es necesario tener una conexión emocional con la otra persona para poder sentir una atracción sexual (demisexual) y en otros casos puede no sentirse deseo sexual por nadie (asexual), esto hace parte del gran abanico de posibilidades que es la sexualidad.
Ahora, la líbido también puede verse afectado por cosas como el estilo de vida, factores físicos, emocionales, el estrés, la edad, el embarazo o el uso de algunos medicamentos. Sin embargo, si sientes que tu deseo sexual es bajo o ausente y esto te causa preocupación y además te impide disfrutar plenamente de tu vida sexual. Te recomendamos consultar con tu servicio de salud, para que un especialista en el tema te ayude a identificar la causa e inicies un proceso terapéutico para aumentar tu deseo sexual.