Algunas de las situaciones que pueden favorecer la ruptura del condón son:
Un preservativo vencido.
Guardarlo en condiciones inadecuadas.
Dañar el condón al destapar el empaque.
Usarlo de manera inadecuada (no usar el preservativo durante toda la relación sexual o colocar el condón al revés).
Usar lubricantes a base de aceites (como por ejemplo, vaselina, margarina, aceite mineral, aceites para masajes, lociones corporales o aceites de cocina), esto debilita el látex.
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