Es posible que tengas dificultades con la lubricación si no hay una adecuada estimulación durante la actividad sexual. También existen otras posibles causas como son la pérdida de los estímulos hormonales (de estrógeno) con la menopausia (que es permanente) o transitoria como en el caso del posparto, la lactancia, el uso de medicamentos antiestrogénicos como tratamiento de enfermedades como la endometriosis, el cáncer de mama o por ejemplo en mujeres quienes han requerido del retiro de sus ovarios.