No se recomienda comer semen, principalmente porque existe el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual. Además, puede causar una reacción alérgica a la persona que lo coma. Y aunque el semen tiene otros compuestos distintos a los espermatozoides, esto no significa que sea una fuente de nutrientes, ya que la calidad del semen puede variar de una persona otra.
La mejor forma de adquirir los nutrientes necesarios, es tener una dieta balanceada que incluya diferentes grupos alimenticios (granos, verduras, frutas, proteínas, etc.). Además, dependiendo de la edad, las necesidades nutricionales cambian, por eso siempre es importante tener chequeos médicos de manera regular.