Es una relación consensuada en donde se obtiene placer a partir de infligir dolor o dominar a otro durante la relación sexual. La persona sádica es quien domina, mientras que la persona masoquista es quién recibe la agresión.
Este es un tipo de relación que puede hacer parte de la sexualidad de las personas, siempre y cuando no genere lesiones o dificultades, lo importante es que si quieres intentar esta práctica, primero lo hables con tu pareja y entre ambos lleguen a acuerdos sobre la manera como lo van a hacer, lo límites de cada uno y lo que están o no dispuesto a hacer e incluso puede ser útil que decidan una "palabra segura", que pueden usar cuando sientan que los límites se están cruzando y quieren detener la práctica.