Es un leve sangrado que se produce cuando el embrión se adhiere a la pared del útero y a diferencia de la menstruación, es un pequeño manchado de color marrón o rosa claro que puede producirse entre una a dos semanas después de la fecundación (unión del óvulo y el espermatozoide) y durar aproximadamente dos días. Si dura más tiempo, es abundante y se acompaña de coágulos, probablemente no es un sangrado de implantación.
Este sangrado no representa un peligro para el embarazo, además no todas las personas lo presenta, por lo que si tienes dudas y tuviste relaciones sexuales sin protección, la mejor manera de tener la certeza de estar o no embarazada es realizarte una prueba de embarazo mínimo 15 días después de tener sexo.
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