Al cambiar de pastillas anticonceptivas, es posible que experimentes alteraciones en tu ciclo menstrual, como cambios en el patrón de sangrado. También podrías notar efectos secundarios como náuseas, vómitos o sensibilidad en los senos. Estos efectos se deben a las dosis y componentes de la nueva marca, pero no suelen ser señales de enfermedad o embarazo y, generalmente, desaparecen después de unos meses de uso.
Es importante tener en cuenta en qué momento del ciclo hiciste el cambio. Si comenzaste la nueva caja el mismo día en que debías empezar la anterior, la alteración en el ciclo y el riesgo de embarazo serán mínimos, ya que los niveles hormonales se mantienen. Sin embargo, si iniciaste las nuevas pastillas sin respetar la semana de descanso, o las comenzaste después de la fecha indicada, podrías experimentar una variación en los niveles hormonales, lo que aumentaría los efectos secundarios mencionados. En especial, en este último caso, habría un mayor riesgo de embarazo si tienes relaciones sexuales sin protección.
Si los síntomas persisten o se vuelven molestos, te recomendamos consultar con tu médico. Además, recuerda que la efectividad de las pastillas anticonceptivas depende de su uso adecuado. Finalmente, ten presente que las pastillas no protegen contra infecciones de transmisión sexual, por lo que siempre es importante usar condón en todas tus relaciones sexuales.