Es natural que cuando empezamos a explorar nuestro cuerpo a través de la masturbación o al tener las primeras relaciones sexuales con la pareja, la penetración vaginal en ocasiones resulte incómodo, e incluso dolorosa. Y esto puede pasar porque la tensión del momento, nos impide alcanzar niveles suficientes de excitación para tener una lubricación natural adecuada y además hacen que los músculos que están alrededor la vagina se contraigan haciendo que la penetración sea difícil.
Entonces, antes de masturbarte, es importante tengas las manos limpias y que busques un lugar en el que te sientas tranquila y cómoda. Adicional, debes darte la oportunidad de conocer tu cuerpo e identificar que partes son más sensibles que otras y probar diferentes estímulos, así sabrás cuáles te resultan o no agradables. La lubricación también es fundamental, esto te ayudará aumentar la sensación de placer, puedes usar un lubricante externo, preferiblemente uno que esté fabricado a base de agua para no dañar el condón. Evita utilizar otros productos como el aceite de cocina o de bebé, vaselina, los cuales pueden causarte irritación.
Al estar con tu pareja es valioso que tengan una comunicación abierta, que le hagas saber cómo te vas sintiendo durante la relación, los besos y las caricias son un juego previo que ayudará a tu pareja a tener una mejor erección y a ti a lograr mayor lubricación en la vagina, lo que facilitará la penetración. Empiecen con ritmo lento, suave y deténgase si hay dolor, en la medida que logres tener una dinámica sexual con tu pareja, la relación será volverá más satisfactoria.
Finalmente, si experimentas dolor durante la penetración, a pesar de las recomendaciones anteriores, es importante consultar con tu servicio de salud, para realizar una valoración completa e identificar si hay alguna causa física que pueda estar afectando tu desempeño sexual y en caso tal, recibir el tratamiento apropiado, para que de esta manera puedas disfrutar de tu sexualidad sin dolor.