Reconocer el abuso no siempre es fácil, ya que puede provenir de cualquier persona y presentarse de diferentes maneras y en distintos contextos. Por ejemplo, cuando hablamos de una relación abusiva, nos referimos a la violencia que se presenta en el marco de una relación de pareja y que puede incluir abuso verbal, emocional, físico y/o sexual. También existen otros tipos de violencia que pueden pasar desapercibidas; la primera, violencia económica, en donde tu pareja controla o limita tu capacidad para generar o administrar tus ingresos y la segunda, la violencia patrimonial, que es cuando se restringe el uso o disposición de documentos personales o bienes comunes adquiridos durante unión conyugal. Estos tipos de violencias puedes sucederle a cualquier persona, independientemente de su edad, género u orientación sexual.
En algunos casos las señales de abuso pueden ser muy claras; sin embargo, es común que comience de manera sutil y empeore de manera progresiva. Una de las primeras señales que podemos identificar para saber si estamos en una relación abusiva, es saber como nos sentimos con respecto a nuestra relación, por ejemplo que las actitudes o conductas de mi pareja me produzcan estrés, enojo, miedo, tristeza o frustración. Otras señales que pueden ser:
Te critica por todo, te culpa por su maltrato y/o te menosprecia.
Te manipula para hacerte creer cosas sobre ti que no son reales.
Quiere controlarte todo el tiempo, preguntándote dónde, con quién y que estás haciendo.
Te cela todo el tiempo y te acusa de ser infiel.
Te grita o te insulta.
Es inestable emocionalmente y actúa de manera impulsiva.
Te aísla de tus conocidos tratando de evitar que pases tiempo con otras personas.
Entra a tus redes sociales sin tu permiso.
Controla las finanzas en el hogar, tomar tu dinero o se niega a proporcionarte dinero para los gastos necesarios.
Si te quita la herencia recibida, objetos personales (documentos de identidad), bienes inmuebles y otros.
Te presiona para hacer cosas que no quieres: consumir drogas, alcohol, entre otras.
No te permite estudiar o trabajar para evitar que tenga autonomía económica.
Amenazarte con dañar o quitarte a tus hijos e hijas.
Te toca sin tu permiso y te presiona para tener relaciones sexuales porque es tu pareja.
Te lastima físicamente y/o te amenaza con hacerse daño si no haces lo que quiere.
Recuerda que nada justifica la violencia, por eso si te encuentras en una relación abusiva no estás sola (o) (e), puedes buscar ayuda con alguien de confianza o en las siguientes líneas de atención:
Nacionales: - Línea 141 de ICBF - Línea 155 de orientación a mujeres víctimas de violencias. - Línea 123 de emergencia para denunciar y solicitar ayuda inmediata.
Bogotá
- Línea Púrpura 01-8000-112-137
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