12:02 a.m. 21/03/2022
Conoce los efectos del embarazo en las y los adolescentes, el futuro hijo, la familia y la sociedad.
Antes de hablar sobre el embarazo durante la adolescencia, es preciso definir esta última. La adolescencia, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), es el período de crecimiento y desarrollo que se presenta entre los 10 y 19 años, lo que representa el final de la niñez y es la etapa anterior a la vida adulta. Esta es una etapa de gran crecimiento en muchos aspectos: físicos (desarrollo genital y maduración de la función reproductiva), emocional, en el pensamiento y la forma de tomar decisiones, en los roles sociales y educativos, entre otros. Esto va a ser distinto de acuerdo con las creencias personales, familiares y culturales.
A pesar de las diferencias que se puedan presentar entre culturas y regiones, el embarazo durante la adolescencia tiene efectos que pueden limitar el desarrollo de los y las adolescentes. Para el caso de la salud en las adolescentes, el embarazo y el parto pueden incrementar el riesgo de complicaciones y de muerte. Así como para los y las recién nacidos (as) quienes, entre más jóvenes sean sus madres, tienen más riesgo de morir; por otro lado nacen con bajo peso, lo que en el largo plazo favorece la aparición de enfermedades.
También existen otras consecuencias del embarazo en la adolescencia, pues no solo se ven afectados los y las adolescentes, sino también sus familias y la sociedad en la que viven. En muchos casos puede limitar la creación de un proyecto de vida individual y/o en pareja, reducir la posibilidad de continuar los estudios y por lo tanto las posibilidades futuras de obtener trabajos bien remunerados, perpetuando en muchas ocasiones la pobreza y el acceso a mejores oportunidades tanto para la madre como para el padre.
Por fortuna, hoy en día los y las adolescentes cuentan con muchos recursos que les permiten decidir sobre su sexualidad, el momento en que desean tener relaciones sexuales, decidir si desean tener hijos, el momento en el que les gustaría tenerlos y el espacio entre el nacimiento de un hijo/hija y el siguiente embarazo .
Además, existen recursos anticonceptivos que van desde la abstinencia, pasando por distintos métodos (hormonales y de barrera) e información adecuada para tomar las decisiones que les hagan sentirse bien, hasta servicios de salud en los que se pueden apoyar cuando lo necesiten.
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