11:12 a. m. 15/03/2022
Hablemos y respetemos nuestras diferencias
Desde pequeños aprendemos que cada persona es única e irrepetible, pero olvidamos que pueden haber tantas posibilidades como personas hay en el mundo. Estas diferencias se pueden las percibir a través de las características físicas, intereses, ocupaciones, creencias, necesidades, gustos, formas de ver la vida y de vivir, entre otros. Todos y todas con la posibilidad de construir su propio camino, con opciones igual de válidas, siempre y cuando se vivan desde la libertad y el respeto. En ese sentido y teniendo en cuenta que la sexualidad es una de las dimensiones que hace parte de nuestra personalidad, existente diversas sexualidades.
Debemos mencionar que aunque nuestros cuerpos tienen elementos comunes, como las hormonas, cromosomas, órganos y sistemas, su funcionamiento e interacción con el medio ambiente hacen que nos relacionemos con los demás y con el mundo de manera distinta. Ahora, partiendo de que no existe una fórmula única para explicarnos a todos y todas, ¿por qué debería ser distinto con la sexualidad? Es por esto que es importante reconocernos como sujetos con derechos, con el poder de decidir sobre nuestra orientación sexual, la manera en que vivimos y expresamos el deseo o placer, elegir una pareja y el tipo de familia que queramos formar; y de esta manera evitar la exclusión, la violencia y el maltrato por ser y actuar diferente.
La diversidad sexual habla entonces de las posibilidades de cada persona de vivir y expresarse como lo desee sintiéndose cómoda consigo misma y estando en armonía con la libertad del otro. Esto implica disfrutar de su sexualidad de manera libre, placentera y responsable, logrando así el bienestar físico y emocional.