04:04 p. m. 14/03/2022
Andrea siempre ha sido muy responsable con su sexualidad.
Desde que empezó a tener relaciones sexuales va de manera regular al ginecólogo, busca asesorías en anti-concepción para evitar un embarazo no deseado y siempre usa condón para evitar contagiarse de alguna infección de trasmisión sexual.
Además de esto, siempre ha intentado leer y aprender sobre diferentes maneras de explorar y disfrutar su sexualidad para poder tener relaciones sexuales seguras y satisfactorias. Una de las cosas que aprendió, es que no solo es normal, sino que también es bueno para las mujeres masturbarse, ya que esto les permite conocer mejor sus cuerpos y comprender que se siente bien y que no, esto a su vez le ayuda a tener relaciones sexuales más placenteras.
El primer novio de Andrea siempre fue muy comprensivo con el tema, de hecho le gustaba mucho la manera en la que Andrea comprendía y vivía su sexualidad, ya que le ayudaba mucho a saber de qué manera podían tener mejor sexo. Gracias al interés y a la responsabilidad de Andrea, ambos pudieron disfrutar mucho de su primera vez, y ambos estaban dispuestos a experimentar diferentes cosas juntos, además nunca se preocuparon por la posibilidad de un embarazo, ya que antes de esa primera vez ambos averiguaron sobre la mejor manera de protegerse como pareja.
A pesar de la buena relación que compartían, la relación terminó porque cada uno tenía intereses diferentes y planes muy distintos para sus vidas. Debido a esto Andrea estuvo mucho tiempo sola, esperando que la tusa le pasara para sentirse mejor y poder estar nuevamente con alguien. Hace poco, a través de unas amigas de la universidad, conoció a Juan e inmediatamente le gustó mucho, además tiene muchas cosas en común y tienen mucha química cuando hablan, así que ella le dijo que debían seguir viéndose, él aceptó y quedaron en salir en esos días. Las cosas siguieron así, hablaban mucho por Whatsapp y salían con frecuencia, hasta que un día Juan se acercó y le dio un beso a Andrea.
Los besos empezaron a evolucionar a otras cosas, cada vez había más caricias y Andrea pensó que era un buen momento para hablar con Juan sobre lo que quería y la manera cómo debían manejar su sexualidad. Por esto, un día lo invitó a su casa a tomarse un café y hablar del tema, pero en el momento en que empezó la cara de Juan cambió, se puso serio e incluso se veía incómodo e inmediatamente le dijo que prefería no hablar de eso, que si llegaban a tener relaciones simplemente iba a pasar y no tenían que discutir sobre el tema.
También le dijo que le parecía terrible que ella hablara sobre esas cosas, ya que “las niñas bien” no hablan de sexo y mucho menos saben tanto como ella parecía saber. Su respuesta hizo que Andrea se sintiera súper incómoda, le parecía horrible no poder hablar con su pareja sobre estos temas, y aún peor que él la juzgara por querer hacerlo. El hecho de saber sobre sexo y estar interesada en tener una vida sexual satisfactoria y responsable no significa que ella no sea “buena” como él le dijo y aunque ella intentó explicarle él se negó a oírla.
Para Andrea el mensaje fue claro, aunque Juan le gustaba mucho y se llevaban muy bien, él tenía una idea muy diferente a ella sobre la manera en la que las parejas y específicamente las mujeres deben vivir su sexualidad. Para Andrea la comunicación abierta, la posibilidad de explorar y la responsabilidad compartida alrededor de la sexualidad es fundamental y si Juan no entiende esto no pueden ser pareja.
Aprende de Andrea, conocer y disfrutar tu sexualidad es muy importante, poder hablar con tu pareja de estos temas ayuda a que ambos puedan disfrutar mucho más cada relación y es responsabilidad de ambos protegerse mutuamente de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados. Además, no tiene nada de malo aprender cómo puedes disfrutar más de tu sexualidad al conocer tu cuerpo y explorar sola o acompañada. Todos deberíamos hablar de sexo, debemos conocernos muy bien y debemos empoderarnos de nuestra propia sexualidad para poder compartirla con nuestras parejas.