12:26 p.m. 15/09/2022
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Para tener relaciones sexuales se despliega una compleja coreografía de hormonas, cambios fisiológicos, pensamientos, sentimientos y neurotransmisores, dimensiones que se ven alteradas al usar sustancias psicoactivas.
El término chemsex surge de la combinación de las palabras drogas (chems o químicos) y sexo, esta combinación es referencia usual en la cultura pop y la podemos encontrar en la música, la pintura y el cine, pero ¿Qué tiene de atractiva esta combinación?
En estas representaciones, el uso de
sustancias psicoactivas como el alcohol, el éxtasis, la cocaína o la marihuana
están asociadas a un estado de desinhibición, placer y un incremento en el “rendimiento
sexual”, sin embargo, muchas de estas sustancias dificultan conseguir una
erección, entorpecen la lubricación vaginal haciendo la penetración dolorosa
(aumentando el riesgo de lesiones), y dificulta conseguir un orgasmo.
Al inhibirse las respuestas sexuales
fisiológicas, como una erección, algunas personas optan por combinar estas
sustancias con medicamentos para la disfunción eréctil como el sildenafilo
(viagra), avanafil (Spedra), vardenafil (Levitra) y tadafinil (Cialis). Esta
práctica tiene efectos potencialmente peligrosos para la salud como problemas
de corazón, derrames cerebrales, alteraciones en la presión arterial y
alucinaciones, entre otros.
Más allá de los cambios fisiológicos que
causan las sustancias psicoactivas en la respuesta sexual, los efectos de
alteración de los sentidos, conciencia, desinhibición y euforia, limitan la
capacidad de las personas para tomar decisiones, esto dificulta enormemente el
establecimiento de límites, el poder rechazar parejas, decidir si se realizan
algunas prácticas sexuales y la percepción del riesgo, entre otras.
Es importante resaltar que mantener relaciones
sexuales con una persona bajo los efectos de sustancias psicoactivas, implica
que no puede decidir claramente si quiere tener relaciones sexuales o no, por
lo que se considera violencia sexual.
Los efectos de las drogas en las relaciones sexuales pueden ser impredecibles, especialmente cuando se mezclan sustancias. Es importante que conozcas los efectos de estas combinaciones y los riesgos asociados. Recuerda que esta práctica no mitiga ni soluciona ninguna disfunción sexual, por lo que te invitamos a consultar con un especialista en el tema.
Fuentes:
Calafat, A., Juan, M., Becoña, E., & Mantecón, A. (2008). Qué drogas se prefieren para las relaciones sexuales en contextos recreativos [Which drugs are preferred for sex in nightlife recreational settings?]. Adicciones, 20(1), 37–47.
Bellis, M. A., Hughes, K., Calafat, A., Juan, M., Ramon, A., Rodriguez, J. A., Mendes, F., Schnitzer, S., & Phillips-Howard, P. (2008). Sexual uses of alcohol and drugs and the associated health risks: a cross sectional study of young people in nine European cities. BMC public health, 8, 155. https://doi.org/10.1186/1471-2458-8-155
Íncera-Fernández, D., Román, F. J., & Gámez-Guadix, M. (2022). Risky Sexual Practices, Sexually Transmitted Infections, Motivations, and Mental Health among Heterosexual Women and Men Who Practice Sexualized Drug Use in Spain. International journal of environmental research and public health, 19(11), 6387. https://doi.org/10.3390/ijerph19116387
https://sense.info/en/sex/sex-alcohol-and-drugs/effects-drugs
Foto tomada de: Freepik