04:17 p. m. 21/03/2022
Para empezar a hablar de la pornografía y sus efectos, debes saber cómo se define.
La palabra “pornografía” se deriva del griego pome, que significa prostitución y de grafos, que significa descripción; es decir que en un primer momento la pornografía sería una descripción de la prostitución; pero realmente abarca más aspectos. Actualmente se define por “la exhibición de material auditivo, visual y táctil de contenidos sexuales y que busca la excitación sexual”. Es decir todos los videos, mensajes, imágenes, entre otros, que tienen un contenido sexual explícito y que persiguen que quien los use, tenga algún tipo de excitación sexual.
Estos materiales pornográficos usualmente muestran la sexualidad únicamente desde el aspecto genital, con representaciones distorsionadas de ésta y de la genitalidad, creando en quienes la ven, ideas incorrectas de las relaciones con otras personas, la forma de interactuar, incluso en muchas ocasiones generando expectativas que no son posibles alcanzar, es decir que puede crear ideas con respecto a la forma de los cuerpos de hombres y mujeres y de su funcionamiento, que no corresponde a la mayoría de las personas.
Adicionalmente a esto es de fácil acceso, pues es posible encontrarla en internet, las revistas, televisión, cine, entre otros e incluso de forma gratuita, pero esto no significa que sea recomendable su uso por los y las adolescentes y mucho menos por los niños y niñas, aunque sea sencillo encontrarse con ella. Además pueden caer en situaciones que los pongan en peligro, como la prostitución y la trata de personas o pérdida de la privacidad como en el caso del sexting (cuando alguien envía a otra persona fotos desnudo/desnuda).
Aunque para muchas personas la pornografía resulta una herramienta para obtener información acerca de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como obtener placer al utilizarla, esta información puede resultar confusa al distorsionar la realidad, generar en algunas personas baja autoestima, ansiedad, depresión e inseguridad al notar que sus cuerpos no corresponden al del material pornográfico, así como dificultades con la pareja al encontrar que el encuentro sexual no se desarrolla de la misma manera que lo que se ha visto o escuchado y para otros y otras, un inicio más rápido de la actividad sexual, aun sin estar listos/listas y convencidos/convencidas. Por otro lado, en caso de usarse en exceso, se puede generar adicción al uso de la pornografía, una adicción igual a la que se puede producir con el uso de drogas o alcohol.
Por lo tanto si tienes dudas sobre sexualidad es recomendable que recurras a una persona de confianza, bien sea de tu familia, en tu colegio, del personal de salud y en nuestra plataforma, para que vivas tu sexualidad de manera plena y responsable.